BANGKOK
CHINATOWN
TEMPLO DE WAT PRA KAEW





El templo budista me impresionó por su arquitectura bañada de dorado, motivos, pinturas espectaculares y super detalladas y torres.
A pesar de ser un sitio abarrotado de turistas donde casi no podías ni respirar, me dejó maravillada, la arquitectura más bonita y majestuosa que he visto nunca.
TEMPLO DE WAT POH


El templo de Wat Poh más de lo mismo, arquitectura desconocida y maravillosa con bañados de dorado y multitud de colores y formas; sin oblidarnos del gigantesto y dorado Buda reclinado, que ocupa la totalidad del templo en su interior.
TEMPLO DE WAT ARUN

El templo de Wat Arun, aunque el menos impresionante debido a su arquitectura más simplista, fue sin duda alguna la mejor visita. El interior del templo era muy agradable y acogedor y tuvimos el honor de ser bendecidos por un monje budista que se encontraba allí.
MERCADO FLOTANTE DE TALING CHAN



El mercado flotante fue algo nunca visto antes. En Tailandia tienen gran cantidad de mercados, pero este era sin duda único e icónico. Las paraditas eran sustituidas por las barquitas que se pueden ver en las imágenes y la cocina se la montaba cada uno allí como buenamente podían. Era no tan solo un paseo gastronómico por descubrir, sino también un espectáculo, con música tradicional de fondo. Los muelles, que acogían los distintos barcos aparcados, eran las calles, y el agua su escenario. También ofrecían divertidas visitas con barca por el río, y la posibilidad de alimentar a los enormes y numerosos peces que viven en sus aguas, y que después usan para cocinar.
AYUTTHAYA


Ayutthaya es una preciosa ciudad fantasma. Las ruinas de la antigua capital del Imperio de Siam, destruida por el ejército birmano durante su invasión.
Es uno de los complejos arqueológicos e históricos más importantes del sudeste asiático y Patrimonio de la Humanidad. Es simplemente una maravilla, una serie de templos y recorridos que te explican la historia de vidas pasadas.
Allí, se encuentra la famosa cabeza de Buda en el árbol que da nombre a la leyenda del del Buda decapitado y el árbol sagrado
CHIANG MAI



En una población rural como Chiang Mai, en el interior del país, seguimos encontrado gran cantidad de templos. Esta vez, aunque todos suelen tener elementos comunes, eran bastante más diferentes entre sí. Destacaba su señalado uso de imágenes de elefantes. Los elefantes son uno de los símbolos más icónicos del país y se encuentran mayoritariamente por esta zona, así que es lógico que su imagen también esté más presente en sus templos. También podemos ver en la foto de la derecha, una imagen de la família real, muy comunes en todo el país, ya que consideran la realeza como seres divinos y son sagrados.
AUSCHWITZ












Auschwitz fue una visita dura y estremecedora, pero necesaria. Durante la visita andas por un sitio con mucha historia, un sitio en apariencia bonito, pero con uno de los pasados más negros de nuestra historia. Cada rincón, cada pared y cada paso te da una sensación extraña, desagradable, escalofriante. Un sitio en el que no te quieres quedar demasiado tiempo ya que está marcado por el sufrimiento, la agonía y la muerte.
Sus casas producidas en serie de obra vista, reafirman la rigidez de la Alemania nazi y su falta de humanidad. La búsqueda de la funcionalidad más pura, una arquitectura inteligente, ortogonal, rígida y minuciosa; con precisión milimétrica. Una arquitectura que intenta encaber el mayor número de personas en el menor espacio posible, hasta convertir un sitio como este en una máquina de deshumanizar y aniquilar el hombre, destruirlo para que nunca pueda volver a ser.
Aunque haya pasado tanto tiempo, andar por este sitio sigue dándote esa sensación, la sensación de falta de libertad, de normas para todo, de rigidez, de crueldad, de falta de humanidad. Es una visita muy bien lograda porque te crea la sensación de empatía y horror que la gente del mundo que no ha vivido esto en primera persona debe saber, para saber hasta dónde puede llegar el hombre y donde no podemos volver a llegar. Debemos aprender de los errores de nuestro pasado.
Además, ir en pleno invierno polaco te hace empatizar aún más con el sufrimiento de las víctimas. Un frío de -12 °C que te cala en cuestión de minutos hasta que se hace insoportable; a ti, que vas con el abrigo adecuado, mientras ves las numerosas fotos de las víctimas en un invierno mucho más frío que este y sin apenas ropa…